Todos tenemos un color favorito por sobre los demás. Esto se denota al momento de vestirnos, tratando de utilizarlo constantemente, ya sea en alguna prenda o accesorio. O tenemos nuestras paredes pintadas tonel, nuestras cortinas o acolchados, o cualquier objeto al que podamos ver la mayor parte del tiempo.
¿Pero por que presentamos este mayor agrado? En ocasiones puede ser que relacionemos su tonalidad con algún recuerdo hermoso. Y por otro lado, bajo la misma causa podemos detestar ciertos colores, porque al verlo nos recuerda algo malo o triste que nos haya sucedido. A pesar de todo y hasta de nuestra preferencia por uno u otro, sabemos que los diferentes colores tienen diversos efectos sobre nuestro estado de ánimo, nuestras emociones y cuerpos.
Los colores tienen diferentes significados, y el solo hecho de verlos dispara la producción de hormonas, sea para calmarnos y relajarnos, para brindarnos energía, para impulsar nuestra creatividad, ayudarnos a descansar, clamar nuestros dolores, o reducir la ansiedad.
El campo de la color terapia comenzó a surgir desde este simple hecho del reconocimiento de la influencia de los colores sobre nosotros. De hecho, esta técnica se aplica para estimular ciertos hemisferios cerebrales, o para generar emociones controladas. Por ejemplo, investigaciones han demostrado que la productividad aumenta en los lugares de trabajo donde los colores azul y amarillo forman parte de la decoración. Azul y amarillo esos colores, parte de la naturaleza en el cielo y el sol, se han asociado por siglos a la calma y la creatividad respectivamente. El verde por la misma razón se utiliza en escuelas y hospitales, ya que evoca sentimientos de calma y seguridad para los pacientes, y en el caso de los estudiantes, el verde estimula sus mentes y los torna más abiertos al aprendizaje. La colorterapia se basa en la creencia de que los colores emiten ciertas vibraciones de luz, que brindan fuerza y armonía a los campos energéticos del cuerpo.
Pero ¿cómo hacer para utilizar la influencia de los colores en nuestras vidas? Para ello la primero que debemos preguntarnos es lo que deseamos generar con la ayuda de la colorterapia. ¿Queremos relajarnos? ¿Queremos incrementar nuestros niveles de energía?
Aplicando los colores en la decoración
Una vez definida esta cuestión, lo que debemos hacer es poner el color donde podamos verlo constantemente, preferentemente que forme parte de un artículo de la decoración de nuestro hogar.
Como guía te brindamos un listado de colores, con las propiedades que se le asocian para que tengas en cuenta:
ROJO: Fuerza, perseverancia, pasión, liderazgo. El rojo estimula el apetito
NARANJA: Libertad, entusiasmo, atractivo, gracia, sociabilidad. El anaranjado es un color sociable, que hace sentir bienvenidas a las personas.
AMARILLO: Humor, imaginación, creatividad, originalidad. El amarillo es el color de la creatividad y la comunicación.
VERDE: Armonía, balance, generosidad, bondad, amabilidad. El verde evoca imágenes de esperanza y prosperidad.
AZUL: Tranquilidad, calma, inteligencia, honestidad, espiritualidad. La calma, serenidad y el descanso están siempre relacionados con esta tonalidad.
INDIGO: Percepción, pureza, intuición, receptividad. Ayuda que la mente entre en un estado de meditación.
VIOLETA: Creatividad, enigma, misterio, poder. Como el amarillo, es un color que ayuda a desarrollar la creatividad.
DORADO: Protección, fortalece el corazón, autoconfianza, nobleza y simboliza el silencio.
PLATEADO: Transformación, apoya los procesos progresivos. Se puede combinar con todos los otros colores y actúa contra la apatía. Por lo general apoya la fuerza de los otros colores.
NEGRO: Es un color protector. Bajo ninguna circunstancia se debe usar el negro en casos de depresión, cansancio o ansiedad. El negro es el color del misterio y lo inexplicable.
BLANCO: Limpieza y claridad juventud y la frescura. El blanco es también un color protector utilizado por algunos grupos religiosos para expresar la sencillez o claridad y la pureza del corazón.
